Las leyendas urbanas en torno a David Fincher y su perfeccionismo son habituales. Se dice que su lema es que uno puede filmar 200 tomas de algo, pero que, al final, solo una es la correcta. Un leitmotiv que ya avanza cuál es su forma de rodar. Una manera tan meticulosa que le lleva a realizar la misma escena una y otra vez. No todos los actores aguantan ese estilo. Otra leyenda urbana dice que en Zodiac hacía a Mark Ruffalo quitar el tomate de sus comidas porque su personaje, basado en una persona real, lo hacía por sus problemas de acidez.
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